La madre de Tyre Sampson, el joven que falleció en la atracción Free Fall de Orlando Icon Park, habló en una rueda de prensa en St. Louis junto a su abogado, quien repitió varias veces que hubo negligencia.
“Es asqueroso que un cinturón que cuesta $22 le pudo haber salvado la vida a mi hijo”, indicó Nekia Dodd, madre de Tyre.
Michael Haggard, el abogado de la familia Sampson, afirma que administradores de la atracción Sling Shot manipularon intencionalmente el ‘harnés’ para poder acomodar a personas de mayor peso ignorando las indicaciones establecidas en el manual de operación de parte de la empresa que manufacturó la máquina. Al manipular el cierre, este tenía unas 10 a 11 pulgadas más amplias y sin un cinturón como segundo nivel de seguridad a una velocidad tan rápido esto provocó a que Tyre saliera expulsado en el aire hasta caer en el pavimento. El abogado Haggard también explicó que al manipular el cierre, la máquina reconocía los sensores y por eso se pudo levantar y operar por lo que ha referido esta parte del caso a las autoridades de orden público locales.
La atracción tampoco tenía avisos visibles del peso límite o una pesa en el lugar. Mientras tanto, la defensa del padre de Tyre Sampson desde Orlando en el Icon Park también se expresó indicando que la tragedia se produjo cuando la empresa puso sus intereses financieros sobre la seguridad. Uno de los abogados de Yarnell Sampson incluso indicó que cuentan con el testimonio de una persona que se había subido al mismo asiento que estuvo Tyre y utilizarían su testimonio si el caso llega a las cortes.
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